HEMORRAGIA DESANGRANTE: es aquella en la que, si no se detiene rápidamente el sangrado, conllevará a la muerte del paciente.
SHOCK: los signos básicos de un paciente en este estado incluyen disminución de nivel de consciencia, hipotensión, taquicardia, aumento del tiempo de relleno capilar (> 2 seg), palidez y sudoración.
DOLOR INTENSO: puntaje 7 a 10 en las escalas de dolor.
COMPROMISO VASCULAR: La combinación de palidez, frialdad, alteración de la sensibilidad y dolor con o sin ausencia de pulso distal a la herida.
HEMORRAGIA MAYOR INCONTROLABLE: sangrado abundante imposible de controlar con presión directa y continuada sobre el foco de la hemorragia.
ESTADO CRÍTICO DE LA PIEL: La piel está pálida y bajo tensión debido a algún fragmento óseo tras una fractura o luxación.
DOLOR MODERADO: Dolor soportable pero intenso
HISTORIA INAPROPIADA: Cuando la historia dada no explica los hallazgos físicos, se denomina inapropiada. Esto es importante ya que es un marcador de lesiones no accidentales en niños y adultos vulnerables y puede ser el centinela de abuso.
HEMORRAGIA MENOR INCONTROLABLE: Una hemorragia que no es rápidamente controlada mediante la aplicación de presión directa y sostenida en la que la sangre continúa fluyendo poco o rezumando.
DEFORMIDAD GROSERA: Es subjetivo. Hay implícita una angulación o rotación grosera o anormal.
FRACTURA ABIERTA: Se debe sospechar en toda herida en la zona de una fractura. Si hay cualquier posibilidad de comunicación entre la herida y la fractura, ésta debe interpretarse como abierta.
DOLOR: Cualquier dolor aparecido en las últimos 7 días.
DEFORMIDAD: Siempre será subjetivo. Hay implícita una angulación o rotación anormal.
TUMEFACCIÓN: Un aumento anormal del tamaño.
LESIÓN RECIENTE: El ocurrido en la última semana.